Kingsman: Servicio Secreto.
Dirección: Matthew Vaughn.
Reparto: Colin Firth, Taron Egerton y Samuel L. Jackson.
“Las maneras definen al hombre”, instruye el inmaculadamente vestido Harry Hart (Colin Firth) a un grupo de barriobajeros en un pub londinés al inicio de Kingsman: Servicio secreto, para a continuación cerrar las puertas del local y administrar a sus oyentes una lección de etiqueta. En esa contradicción de elegancia y ultraviolencia se fundamenta el nuevo filme de Matthew Vaughn, director de X-Men First Class y Kick-Ass, basadas como ésta en un cómic. Pero si ya en la segunda de las mencionadas abría las compuertas de la sangre, en su nueva película ha desbordado cualquier dique de contención. Y funciona, pero hay que andar muy precavidos a la sala sabiendo perfectamente lo que se va a encontrar. Kingsman es adicta a sus propios excesos y puede llegar a pesarle en el metraje, pero lo compensa con un factor determinante: es divertidísima.