El documento de Pedro Sánchez como candidato para la secretaría general del PSOE, además de estar redactado por él mismo, también contiene fragmentos que parecen estar escritos por alguien que inicialmente no lo hacía para el propio Pedro Sánchez, sino para que sirviese como modelo para cualquiera. No obstante, nadie se ha molestado en hacer las correspondientes adaptaciones porque si no es así, ¿cómo puede el autor de dos fracasos electorales pretender de los militantes -como se señala en el parágrafo-apartado 5º del documento- “recuperar la ilusión política con un proyecto renovado y con un liderazgo coherente y honesto” con él , otra vez, al frente de la secretaría general?. Igualmente, se observan otros pasajes escritos por colaboradores de Pedro Sánchez pero desde compartimentos estancos y todo ello hace que el documento constituya la hoja de ruta de un viaje delirante porque quien no quiere aceptar su pasado no puede emprender ningún viaje ni menos,aún, afrontar el futuro.
Pacto con Podemos:
En el apartado 126 del documento nítida y expresamente se propugna pactar con Podemos aceptando los postulados de la formación morada con el condicionante de la practicidad de éstos (sostenibilidad-factibilidad). Es evidente que la medición de la practicidad de los postulados de Podemos no se hará con criterios de objetividad sino en función de los votos que PSOE y Podemos que obtengan. A pesar de reconocerse que PSOE y Podemos son dos “universos diferentes” (y tan diferentes; PSOE, el universo del todo y Podemos, el universo de la nada), lo que prima para Pedro Sánchez es la búsqueda personal del poder aunque haya que penetrar (alianza) en el agujero negro de Podemos con la consiguiente destrucción para el PSOE.
Pedro Sánchez dice reiteradamente en sus intervenciones públicas que sólo votándole a él, el PSOE será la primera fuerza política. Lo que debe decir, igualmente, en público con la misma expresividad (no todos los militantes se leen los documentos) es que será/sería la primera fuerza política con la premisa del punto 126: pactar con Podemos. Si ni siquiera los propios “sanchistas” no se han leído el documento, no se puede pedir a los militantes que lo lean. Frente a las menciones al pluralismo político que contiene el documento (no siempre, como se resaltará en otro epígrafe), los sanchistas han dicho : “aquí, sólo hay dos”.
El legado del precipicio:
El apartado 100 del documento se refiere a las medidas del mismo como de un legado para las generaciones futuras. Con sus dos estrepitosos fracasos electorales, su fallido pacto con el agujero negro de Podemos (que sin llegar a penetrar en él , destrozó al PSOE), es verdaderamente sonrojante que califique a su documento como de legado y, sobre todo, que lo denomine como de legado aún más digno que el que todos, ciertamente, hemos recibido de nuestra vigente y fructífera Constitución de 1978. Relacionado con este punto 100, debe citarse el punto 68 donde se describe el aumento de la Deuda de España como una aproximación al precipicio. Los antecedentes de Pedro Sánchez sí que son un legado para las generaciones futuras pero un legado hacia el precipicio.
La apropiación indebida de Pedro Sánchez:
En el apartado 23 , englobado bajo la rúbrica “Nuestros valores: igualdad, libertad y solidaridad”, se dice que “hay que situar los principios socialistas en el frontispicio”. Hablar de tales principios como de “nuestros valores” (del socialismo) es una manifiesta apropiación indebida políticamente porque tales principios lo son de todos los españoles y no hay mayor “frontispicio” que el artículo primero de la Constitución que textualmente dice “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho que propugna como valores superiores del ordenamiento jurídico, la libertad. la justicia, la igualdad y el pluralismo político”. Y en el artículo 2º se garantiza la solidaridad entre las nacionalidades y regiones.
Pedro Sánchez no cita como “nuestros valores” a la justicia (que sí que es citada por el artículo 1º de la Constitución). ¿Tendrá algo que ver, con ello, su tan repetida y explícita alianza con los políticos profesionales del salto de pértiga constitucional? (“no pasa nada por ceder”, la soberanía a una parte de los españoles). Igualmente, Sánchez tampoco menciona en el documento, en este punto 23, a otro de los valores constitucionales: el pluralismo político; pero que sí que es recogido en otros apartados del documento (pero no, donde más es necesario, en la rúbrica de este punto 23; y que sí que es recogido por el artículo 1º de la constitución), lo que revela la deficiente gestación y gestión del documento.
El lado tendencioso del federalismo
En el apartado 112 se dice que dado que España es materialmente un Estado de tipo federal necesita de una transición hacia una solución federal. Es cierto que las Comunidades Autónomas han asumido un nivel competencial similar y superior al de muchos estados federados pero ello no implica la necesidad de un tránsito al federalismo porque cuando existen varios caminos, longitudinalmente similares, que llevan al mismo punto (asunción de competencias) la elección del camino-vía debe ser la menos agreste/tendenciosa.
¿Alguien se cree que si el que quiere hacer lo-más (saltarse la Constitución, con carácter independentista, en un Estado Autonómico), no va a querer hacer lo-menos (saltarse la Constitución Federal con ese mismo carácter independentista? En en punto 116 se dice que ” España es tan diversa como lo son las nacionalidades que la integran”. Pero no menos cierto es que nuestra Constitución es lo suficientemente flexible para que quepamos todos aquellos con espíritu verdaderamente democrático (respeto al imperio de la ley).
“Ojos que no ven, corazón que no siente”:
Muchas veces ha dicho Pedro Sánchez “¿qué parte del no-es-no, no se entiende?”. Y, ¿qué parte del no-es-no pronunciado por los votantes del PSOE a Pedro Sánchez , no ha visto ni escuchado ni quiere entender?. En el documento de Pedro Sánchez, no sólo no hay el más mínimo “mea culpa” sino que algunos puntos son de un desatino no próximo sino constitutivo de hipocresía política. Así, en el punto 16 se dice que el PSOE y su electorado deben recuperar la confianza. ¿Con el mismo secretario general responsable, por tanto, de las dos últimas derrotas electorales? En el apartado 15 se dice que hay que evitar que determinados dolencias se conviertan en crónicas. Lo que ocurre es que la dolencia se perpetúa si se opta por volver a suministrar la medicina por un curandero y no por un doctor en “medicina” (llámese Susana Díaz, Patxi Lṕez).
Recordatorio:
Para aquellos que no hayan leído el documento de Pedro Sánchez en unidad de acto sino en varias fases, se les recuerda en el último apartado 168 que el PSOE “cumple lo que promete” ( pactar con Podemos).