El pasado lunes se celebró en Madrid la cuarta edición de los Premios Feroz que otorga la Asociación de Informadores Cinematográficos de España (AICE), y de la que este periodista que escribe forma parte desde sus orígenes. En tan solo cuatro años se han consolidado como una auténtica antesala nacional de los Goya, una ceremonia distendida y mucho más breve en la que los periodistas votamos las llamadas categorías principales y ninguna técnica, pero tratamos de valorar lo mejor que ha dado el año cinematográfico español. No es la primera asociación de estas características que surge en nuestro país, pero vistos los resultados en tan breve período de tiempo podría decirse sin ninguna duda que es la iniciativa que más éxito ha cosechado. A pesar del nombre, estos lobos de oro no son tan feroces como los pintan y así lo demuestra el discurso que pronunció el presidente de la AICE, el periodista Pedro Vallín:
A menudo los periodistas tratamos de conquistar nombre y prestigio a base de hablar de lo malo, de lo que no nos gusta, de lo feo, de lo sucio, y seguramente es imprescindible que lo hagamos, pero cuando de verdad arriesgas -esto es algo que aprendí de Álex de la Iglesia-, cuando te muestras, es cuando celebras lo que te gusta, lo que te hace feliz, lo que de verdad te conmueve y lo compartes con otros. En estos tiempos de odios y de cinimos es difícil revelarse, y no solo como periodista, sino también como tuiteros. Pero si lo logras, si te unes a la rebelión, creo que contribuimos todos a hacer el mundo un poco más amable.
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En los próximos días y hasta la entrega de los Premios Goya voy a publicar una serie de entrevistas a cinco de los directores nominados que han servido para crear una mirada múltiple y polifónica de la situación actual del cine español.