El “matabus/cizañabus” y el populismo a la enésima potencia

¿ Ha incluido Podemos en su Tramabus la imagen de las tres víctimas mortales existentes en Venezuela durante las reivindicaciones democráticas? Y, dicho con mayor exactirud, ¿las ha incluido Pablo Iglesias? Si tuviera un mínimo de decoro (dudoso, dada su oratoria parlamentaria : “me la suda, me la pela,etc…) y por coherencia con las innumerables ocasiones en que solicita la dimisión de los demás, debería retirar el Tramabus porque “el que calla” (no incluir la imagen de las víctimas de la represión venezolana) “otorga” ( el Tramabus, en tal caso, se torna en “Matabus en cuanto que silenciando a las víctimas, se las está volviendo a matar).

El propio dirigente opositor Capriles, califica de vergonzosas y ofensivas al  pueblo venezolano algunas de las declaraciones de Pablo Iglesias y lo mismo se puede decir (vergonzosas y ofensivas) de bastantes más que  de  algunas de las declaraciones de Pablo Iglesias realizadas en foro parlamentario. Por eso no estamos ante un Tramabus sino ante un Trolabus porque la corrupción en España  a diferencia de Venezuela) sí que se fiscaliza por los tribunales. El sabio refranero español se refiere al hecho de “ver la paja, tan solo, en el ojo ajeno” (léase, casos de corrupción en España)  y “no querer ver la viga”  ( la carro/mega corrupción en Venezuela  ) “en el ojo propio” ( Venezuela-Podemos).En definitiva, el cizañabus.

Lo que en el exterior se vaya a pensar por  el hecho de haber sido citado Mariano Rajoy a declarar (llamamientos judiciales de contenido legal no menor, han tenido que afrontar otros Presidentes de Gobierno de otros países como EEUU)  no es sino que  en España rige el Estado de Derecho, lo que no ocurre en Venezuela. En España habrá casos de corrupción pero no hay violación de derechos fundamentales y concretamente de sus dos máximos referentes: el derecho a la vida (tres muertes en Venezuela) y el derecho a la libertad (Leopoldo López, encarcelado). La diferencia cualitativa  se comenta por sí sola. Nuevamente se está ante un Trolabus/ Matabus/Cizañabus.

El pasado martes, Irene Montero manifestó que el Gobierno debería “ceder” y permitir la celebración de un referéndum en Cataluña. Hace más de 2000 años que los sabios jurisconsultos romanos prohibieron la realización de cualquier acto jurídico (ya sea cesión onerosa/gratuita) que verse sobre bienes/objetos (tanto materiales como inmateriales) que estén fuera (de suyo) de la negociación y de ahí que se les denominase “res extracomercium” , siendo la soberanía, indudablemente, una de ellas. Esta prohibición se sigue manteniendo, hoy día, en cualquier Estado de Derecho. El dislate de Irene Montero llega hasta el punto de decir que “no pasa nada por ceder”. Evidentemente que “no pasa nada por ceder” si eres alumna aventajada de Nicolás Maduro. Lo que realmente sucede es que con ese “no pasa nada por ceder” nos saltamos olímpicamente la Constitución Española. Nicolás Maduro ha dicho que no va a retroceder ni un milímetro frente a las manifestaciones . ¿Por qué no le dice, igualmente, Irene Montero a Nicolás Maduro que “ceda” y que ” no pasa nada por ceder” ? Muy sencillo: porque a Podemos nadie le toma en serio ni el propio Nicolás Maduro.

Por su parte, J.C. Monedero tras la incorporación,ayer, de la imagen de Ignacio González al Matabus (el que “calla” las imágenes de Venezuela, “otorga”)  ha manifestado que si nos descuidamos “nos quedamos sin democracia”. Esta declaración de J.C. Monedero  es   el exponente, máximo, del populismo elevado a la enésima potencia porque cada imagen que quieran  añadir al Trola/Matabus es una exteriorización más del imperio  del Estado de Derecho en España a través de los órganos judiciales.

Las averías mecánicas  que ha tenido el Tramabus (Trolabus-MATAbus) esta semana son el correlativo reflejo (la imagen, nunca mejor dicho) de los gravísimos fallos de oratoria de contenido de Pablo Iglesias, Irene Montero y J.C.Monedero mencionados en esta nota. Lo que le ocurre a Podemos (Pablo Iglesias) es que con su populismo y su leninismo decimonónico  están completamente en la Luna. Si, además, desde Vistalegre II catapultamos a la fuerza  estabilizadora (Íñigo Errejón) hacia el rincón más remoto  de ese planeta nada rocoso sino completamente gaseoso ( y de ahí, el destino irremediable de su evaporación con el preludio de la pérdida de un millón de votos) que es Podemos; y, en su lugar, colocamos a la meteorito  de Irene Montero, es evidente que yendo a velocidad galáctica se salte la Constitución y  se propicie un clima de convulsión que hace el Tramabus no sea de pacífica aceptación interna.

 

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