No se le aplica la doctrina Botín. La infanta Cristina, la hermana del rey, seguirá en el banquillo de los acusados y será juzgada por su papel en el caso Nóos. Es interesante recordar las incógnitas que hay sobre su participación en los hechos, independientemente de los delitos de que se la acusa.
1) Lo primero es, efectivamente, decidir si la infanta fue colaboradora necesaria de dos delitos fiscales. La Agencia Tributaria dice ahora que no. Pero hubo informes anteriores con otro enfoque muy distinto.
2) Además hay que aclarar si fue partícipe a título lucrativo de estos delitos. Y se realizará un juicio sobre a qué destinó ese dinero y cómo mantuvo su elevado nivel de vida.
Pero, junto con esto, con el juicio oral, con el testimonio de testigos y acusados, público por primera vez (hay que recordar que los interrogatorios durante la instrucción del sumario no lo son) se va a repasar todo el papel de Cristina de Borbón.
3) Se hablará sobre si la infanta Cristina sabía o no sabía que la sociedad Aizóon era presuntamente una tapadera para ocultar los ingresos de su marido, Iñaki Urdangarin.
4) Se deliberará sobre si al ser dueña a medias de Aizóon participaba de alguna manera en su administración o si era completamente ajena, y su presencia a la hora de firmar las cuentas de la misma era meramente formal.
5)También se valorará si era consciente de que el dinero del que disfrutaba venía de actividades presuntamente ilícitas de su marido.
Pero también hay cosas que entrarán en el papel que jugó la Casa Real. Unas insistirán en las que se ponderarán sobre la actuación de Urdangarin, pero hay que recordar que la infanta es la hija del rey Juan Carlos. Por lo tanto.
6) Se va a introducir de nuevo el debate de si alguien seguía, conocía o daba su visto bueno a la actividad empresarial de la infanta en la Casa Real. Si lo conocía el rey Juan Carlos; el jefe de la Casa Real, Rafael Spottorno; el secretario personal de las infantas, García Revenga; o el abogado privado del rey y su familia, el conde de Fontao, Jose Manuel Romero. El juez instructor, José Castro, le dijo a este último que sabía más de lo que decía en su interrogatorio.
7) Se volverá a hablar del dinero que el rey Juan Carlos facilitó a la pareja para la compra de la mansión en el barrio de Pedralbes de Barcelona, sobre si era un préstamo o una donación, y las consecuencias que tiene en el caso.
Son cuestiones que cobran mayor calado al estar la infanta como acusada en el juicio. De muchas de ellas se iba a hablar, porque forman parte de los argumentos, por ejemplo, de la defensa del socio de Urdangarin, Diego Torres. Pero tienen más peso si la infanta está en el banquillo de los acusados, porque les darán mayor protagonismo. Por ejemplo, el préstamo y donación del rey se realiza, evidentemente, porque se trata de la casa de su hija, antes que por ser también de Urdangarin.
En definitiva. Aunque la infanta ya no es Familia Real, aunque ya no participa en actos públicos en su representación, aunque no tiene un papel público, la Corona tendrá un protagonismo más relevante en el juicio que si la infanta no estuviera en el banquillo, y se debatirá sobre qué hizo bien o mal.
Todo un trance para una Justicia que se administra, según la Constitución, en nombre del rey.