El pasado miércoles, 22 de mazo, respecto al informe de los letrados del Congreso, Pablo Iglesias manifestó que había “reflexionado” sobre lo que Rajoy diría del mismo y el resultado de su citada “reflexión” fue que si “un pimiento, un comino”; o bien, “me la suda”, etc.
Estas declaraciones de Pablo Iglesias sugieren que si el producto/resultado de sus sesudas reflexiones son conclusiones como éstas, ¡cómo serían unas declaraciones de Pablo Iglesias realizadas “a vuela pluma”! Igualmente, estas declaraciones de Pablo Iglesias realizadas curiosamente en la primera ocasión (o escasas) en que ha acudido al Congreso vestido con americana, conducen al refrán “para este viaje ( las citadas declaraciones) no hacen falta alforjas (vestirse con americana) “.
Las mismas manifestaciones de Pablo Iglesias pueden relacionarse con su famoso lema relativo a que en el Congreso sólo se debe estar con una pata dentro y el resto del cuerpo fuera de la instituciones. Indudablemente, que con las declaraciones de este miércoles, lo que verdaderamente tiene Pablo Iglesias fuera del Congreso es, a todas luces, la cabeza, y él mismo parece fuera de sí. Tenían, ciertamente, mucha razón miembros de Podemos cuando decían que en ellos hay mucha ” inteligencia colectiva” (ausencia de inteligencias individuales).
Cualquiera sabe que no se puede utilizar el mismo lenguaje con un niño de primero de Primaria que con un adulto y lo mismo ocurre cuando se debe hablar en otros ámbitos como en el Congreso pero que hay alguien, como Pablo Iglesias, que parece ignorarlo. Con “reflexiones” como la de este miércoles, ni en el mejor de los sueños de una noche de San Valentín se puede pretender aspirar a ser presidente del Gobierno. Ni en el mejor de los sueños de cualquier día del año y de los siglos.