“Cuando la sexualidad se convierte en sufrimiento”.

El ciclo sexual en los seres humanos tiene básicamente cuatro fases o estadios: Fase de deseo, de excitación, de orgasmo y de relajación, Las alteraciones en cualquiera de estas fases, dan lugar a las llamadas “disfunciones sexuales” las mas importantes por su frecuencia son las siguientes:

Disfunción Eréctil (Impotencia): Trastorno en la erección que imposibilita que el pene alcance la tumescencia necesaria para poder realizar el coito. Aunque puede deberse a causas orgánicas (diabetes, problemas vasculares, consumo de medicamentos o sustancias tóxicas), lo más frecuente es que su origen sea de tipo psicológico (ansiedad anticipatoria, inmadurez psicológica, miedo al fracaso, etc.)

Eyaculación Precoz: La eyaculación precoz es una disfunción sexual que padece casi el 30 % de los hombres. En estos la eyaculación se produce o bien antes de la penetración vaginal, o en todo caso inmediatamente después de efectuarla. Los sujetos que padecen eyaculación precoz lo viven siempre con marcada insatisfacción y ansiedad, llegando a desarrollar con frecuencia conductas de evitación sexual (rechazan tener contactos sexuales), y lo que es peor, también trastornos en la erección (impotencia).

 Anorgasmia Femenina (Frigidez): Afecta al 16 % de las mujeres, incrementándose con la edad, siendo la disfunción más frecuente en el sexo femenino. Hay que distinguir anorgasmia coital, es decir al producirse la penetración no se alcanza el orgasmo, de la anorgasmia completa o clitoridea, en la que tampoco se consigue el orgasmo con la masturbación. Los factores etiológicos más importantes son de tipo psíquico.

Dispareunia y Vaginismo: Afectan a un 8 % de las mujeres, siendo  más frecuente el vaginismo (contractura involuntaria de la musculatura vaginal) que la dispareunia (dolor en las relaciones sexuales). Los factores etiológicos son sobre todo de tipo educacional.

Otro tipo de alteraciones en la conducta sexual son aquellas que se producen en la elección del objeto sexual, prefiriendo el sujeto de forma “excluyente” y “repetitiva” una serie de prácticas o comportamientos sexuales estereotipados, son las denominadas “parafilias”, que antaño se llamaban con un tono ciertamente moralizante “perversiones o aberraciones sexuales”. Estas alteraciones en la conducta sexual se caracterizan por los siguientes síntomas:

  • Participación de objetos no humanos
  • Prácticas que comportan sufrimiento o humillación propia o del compañero
  • Participación de niños o personas que no consienten

Este tipo de trastornos sexuales produce con frecuencia problemas legales (Manual de Psiquiatría Forense) ya que al estar implicadas terceras personas de forma involuntaria entran con frecuencia en los llamados delitos contra la libertad e indemnidad sexual (abusos sexuales, agresión sexual, exhibicionismo,  etc.)

Por último, también pueden aparecer alteraciones en la llamada “identidad sexual”, dando lugar a una desarmonía entre el sexo biológico y el psicológico que es lo que se conoce como Transexualismo, esta entidad requiere un tratamiento médico y a veces quirúrgico para modificar los caracteres sexuales secundarios que el transexual tiene.

El tratamiento de las alteraciones sexuales irá preferentemente dirigido a descartar la existencia de cuadros somáticos o procesos físicos, así como a proporcionar una información lo más aséptica posible sobre las bases fisiológicas del comportamiento sexual.

 

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