La ONU y yo

Hace unos días visité la sede de la ONU en Nueva York. Admito que estoy más acostumbrada a ir a sitios como este a trabajar, no como civil a hacer turismo, y quizá por eso me llamó tanto la atención lo que se nos contó y se nos mostró.
Mi sensación general es que la ONU está obsoleta y es incapaz, como otras organizaciones supranacionales, de ir al compás de los tiempos.
Para empezar, es una simple cuestión de imagen. Igual que ocurre al entrar en la OTAN, en Bruselas, o del Consejo de Europa, en Estrasburgo, franquear la puerta es como emprender un viaje en el tiempo (hacia atrás) a través de un edificio obsoleto, viejo, demodé.
Pero también por el fondo. Se nos contó que la Asamblea General es el único órgano de la ONU donde todos los países tienen el mismo peso, aunque sus resoluciones no sean vinculantes; igualmente, vimos una exposición con bonitos carteles de la Declaración Universal de Derechos Humanos (en la imagen, el artículo primero), que los países de la ONU tampoco tienen obligación de suscribir.

El Consejo de Seguridad, el plato fuerte, está formado por 15 países, de los que cinco tienen derecho de veto (EEUU, Rusia, China, Francia y Reino Unido), esto es, no hay acuerdo si ellos no están de acuerdo. Eso sí, se nos advertía de que “cuando el Consejo de Seguridad toma una decisión…”. Eso, cuando la toma.
Mi reconstrucción mental de la visita a la ONU continúa con la galería de los grandes proyectos nunca cumplidos: gran despliegue para explicar los Objetivos del Desarrollo del Milenio que acordaron los países nada menos que en 2000 para, entre otros fines, reducir a la mitad la pobreza extrema en 2015, algo que ya se asume será imposible de alcanzar.
Asimismo, quienes quisieron (yo quise) firmamos contra la proliferación de armas nucleares, un asunto en el que a nadie se le escapa que los ciudadanos corrientes y molientes tenemos poco que decir.
Por último, un anuncio protagonizado por Sean Penn que me dejó sin saber qué pensar. Como si estuviese en una bolera, el actor-activista tiraba diversas madejas de dólares que, al desplegarse, reflejaban lo mucho que se ha gastado EEUU en su rescate financiero (700.000 millones de dólares), la UE en el suyo (200.000 millones de euros) y en la guerra de Irak (600.000 millones, hasta la fecha). La última era una diminuta madeja de 3 millones de dólares, que es lo que la ONU se ha gastado en alimentar a niños en edad escolar. Me parece bien la reclamación de más dinero para este último capítulo, pero no entendí quién se lo pedía a quién, ¿acaso la ONU a sus propios estados miembros que, a su vez, se gastan el dinero en rescates y guerras?
Para rizar el rizo de la impotencia, se nos mostró un tapiz (de estética dudosa como puede verse en la imagen siguiente) regalo del gobierno de Ucrania sobre los horrores de Chernóbil, que venía a manifestar la voluntad de la ONU de que no vuelvan a producirse desastres nucleares como aquel. Efectivamnente, a mí también me vino Japón a la cabeza.


La visita hacía también un repaso por dramas de la humanidad bien conocidos, como el holocausto judío o la “cuestión palestina”. Ningún conflicto nuevo ni de los que llamamos “olvidados”. Casualidades de la vida, mientras hacía cola para entrar leía un libro-tributo editado por el periódico ruso Novaya Gazeta (titulado “¿Merece la pena morir por el periodismo?”,) con los últimos artículos de su corresponsal Anna Politkovskaya, asesinada en 2006 después de haberse hecho mundialmente conocida por investigar los crímenes de Estado en la guerra de Chechenia. En concreto, leía uno titulado “Chechenia es el precio que hay que pagar para ser secretario general de la ONU” en el que criticaba una visita del ex secretario general Kofi Annan a Moscú en 2001 que coincidió con la publicación de un informe sobre derechos humanos que denunciaba numerosos crímenes cometidos por Rusia en Chechenia. Annan y toda su delegación diplomática hicieron oídos sordos al documento, no viajaron a la zona y se limitaron a reunirse con las autoridades rusas.
Pero esto tampoco nos lo contaron en la visita.


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