Quizá hemos sido los periodistas quienes en nuestro empeño por explicar a los lectores de la manera más sencilla posible dinámicas complejas, hemos simplificado (entre otras muchas cosas mucho más importantes) la figura del productor hasta reducirla prácticamente a una persona que no tiene nada mejor que hacer con su dinero que gastarlo en una peli. Y así, de alguna forma, hemos hecho olvidar al público que el productor es también un creador, que comparte autoría de un filme con el director, el guionista, el director de la fotografía o el compositor de la banda sonora.
La revista The Hollywood Reporter está calentando las semanas precedentes a la gala de los Oscar del próximo 26 de febrero reuniéndose con algunos de los artistas nominados en unas ya históricas y siempre interesantes mesas redondas que se pueden ver íntegramente en su canal de YouTube. La ronda ha empezado con los productores de algunos de los filmes que están nominados, no solo en la categoría de Mejor película (esa en la que los miembros de la producción salen a recoger el premio), sino también en otras categorías. Los invitados son Emma Tillinger (Silencio, de Martin Scorsese), Matt Damon (Manchester frente al mar, de Kenneth Lonergan), Marc Platt (La ciudad de las estrellas, de Damien Chazelle), Darren Arofonofsky (Jackie, de Pablo Larraín), Todd Black (Fences, de Denzel Washington) y Frank Marshall (Sully, de Clint Eastwood).
El montaje final de la conversación dura una hora (en inglés). Pero me gustaría aprovechar este post para aclarar la labor de los productores a través de la declaración de uno de los asistenes, Marc Platt, que explica que su función como productor es la de “maridar talentos”, encontrar la historia que se ajuste con el narrador adecuado. “Se trata de entender la visión detrás de la película y de que todo el equipo sepa que están haciendo la misma película, de forma que el mundo creado sea una visión unificada, por tono, por estética, por emociones”. Y añade: “Como productor, tienes que entender lo que el director o la directora hace o no hace, cuál es su sensibilidad, cuáles son sus puntos fuertes y sus puntos débiles. En La ciudad de las estrellas teníamos a un cineasta joven, encantador, fuerte, Damien Chazelle, con un punto de vista muy determinado. Cuando un director se sienta conmigo y se comunica conmigo, en sentido literal, toma por toma, toda la película, de forma que puedo saber qué es lo que quiere y puedo ver la película en mi cabeza, entonces puedo hacer mi trabajo”.
La conversación entera se puede ver aquí: