Alma salvaje
Dirección: Jean-Marc Vallée.
Reparto: Reese Whiterspoon y Laura Dern.
“Puedes dejarlo cuando quieras”, son las palabras que resuenan en la cabeza de Cheryl Strayed (Reese Whiterspoon) de manera recurrente durante su larga caminata. Las recuerda cuenta está cansada, hambeienta o asustada, o sea, prácticamente casi todo el principio al inicio de su viaje. Pero la verdad es que Cheryl sabe perfectamente que no puede dejarlo cuando quiera porque se ha alejado tanto de lo que había planeado en su vida que necesita hacer ese recorrido, un gesto drástico para cambiar las cosas. Y que no puede, por tanto, abandonar.
Alma salvaje está basada en las memorias de Strayed -que fueron todo un éxito de ventas- y puede que su historia pueda recordar a algo ya visto y que en realidad sea otro filme sobre redención, pero tiene un lectura mucho más interesante que deriva de esas palabras que se repite constantemente: aprender a vivir con lo que no puedes controlar. O aún más complicado: aceptar que hay muchos factores que no se pueden controlar.
El canadiense Vallée, director de Dallas Buyers Club o C.R.A.Z.Y., ha aunado esfuerzos con el novelista Nick Hornby (autor de Alta fidelidad o Fiebre en las gradas), que ha escrito la adaptación cinematográfica de las memorias, y el trabajo en conjunto logra superar cualquier prejuicio de cine de superación y autoayuda para erigirse en sólida aventura introspectiva (aunque también vehículo de lucimiento para Whiterspoon).