En un pueblo alemán la congregación de San Pío X rige la vida social y doméstica de sus parroquianos siguiendo unos fundamentos arcaicos del catolicismo que rechazan toda modernidad impulsada por el Concilio Vaticano II. María, de catorce años, es la hija mayor de una familia numerosa y profundamente devota gobernada por una figura materna opresora que se lamenta de que sus retoños tengan que asistir a una escuela mixta donde además les incitan a caer en las tentaciones que promueve la música popular.
La adolescente hace todo lo posible por contentar a su madre, pero siempre yerra. Por eso ha decidido sacrificarse, para convertirse en santa y demostrarle su fe incorruptible. Camino de la cruz es un perturbador ensayo sobre el fundamentalismo religioso construido en torno a una estructura férrea de catorce escenas, como cada una de las estaciones del via crucis tradicional. Un excepcional ejercicio artístico que hace virtud de su equilibrio entre forma y contenido.