La amnistía fiscal de Varufakis: ¿más gasolina al fuego?

Las amnistías fiscales están de moda. La española, porque día sí y día también aparecen nuevas implicaciones de algunos de los que han regularizado dinero que tenían en el extranjero (véanse Rodrigo Rato o la matriarca del clan Pujol por citar los más recientes). Y ahora se suma la griega. Su afamado ministro de Economía, Yanis Varufakis, parece que está pensando en sumarse al modelo de nuestro ministro Montoro y abrir un período voluntario para que quienes tengan dinero oculto fuera de Grecia lo puedan declarar a cambio de un gravamen más benévolo que el que se aplica con carácter general.

Aquí se hizo en 2012 y a quienes afloraban dinero no declarado hasta entonces se les aplicaba un tipo impositivo del 10%. Pero claro, una cosa es el dinero que se tiene y otra lo que rinden esos fondos. En el Impuesto sobre la Renta solo se paga por los intereses que generan las inversiones, los depósitos o las cuentas. Y en el caso de la amnistía fiscal española se aplicó el mismo criterio lo que hizo que quienes afloraron dinero no declarado acabaran pagando un 3% de media sobre los fondos que veían la luz.

En Grecia parece que Varufakis está pensando en un tipo del 20%, o de algo menos, en lugar del 46% de tipo máximo del IRPF vigente en el país. ¿Cómo lo aplicará? ¿Igual que en España, solo sobre los rendimientos teóricos que hubieran dado esos fondos descubiertos, o sobre el total del dinero aflorado? Haga lo que haga, y lo haga como lo haga, al final se repetirá que mientras no haya una auténtica colaboración internacional y cruces de información fiables, los gobiernos sólo pueden acercarse al dinero que sus propios ciudadanos le esconden con caramelos fiscales.

El ministro Montoro repite muchas veces que la amnistía española (el la llama regularización) afloró rentas por 40.000 millones de euros que ahora son visibles al fisco y que siguen aportando recaudación año tras año. En Grecia, acuciados como están por la falta de dinero para pagar las pensiones y los sueldos de los funcionarios, parecen dispuestos a apuntarse a la fórmula para recaudar más. El país heleno tiene fama de ser uno de los que menos ingresa por impuestos, debido a la escasa cultura de tributar que existe entre sus ciudadanos. Una amnistía fiscal sin una reforma en profundidad del sistema tributario puede ser un elemento que anime aún más a muchos a intentar escaparse de pagar.

Yanis Varufakis

Yanis Varufakis

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