La Tríada de Cataluña

Además del consabido choque de trenes, también, se escucha hablar del choque de legislaciones. ¿De qué choque de legislaciones? ¿Dónde está ese choque de legislaciones? El único y verdadero choque que existe es el choque entre la Constitución y su triple incumplimiento ( incumplimiento constitucional y los derivados estatutario y reglamentario). Hablar de un triple y manifiesto incumplimiento como conformadora de una  “legalidad” es, todo, un eufemismo. Dichos incumplimientos constituyen un auténtico triple salto mortal y, además, sin red porque no hace falta conocer muchos recovecos legales para aventurar el resultado de los incumplimientos. Por ello, la Diada del 2017 se recordará como la Triada. La Triada del triple incumplimiento.

Pero volviendo al choque de trenes, éste no se va a producir porque el Tribunal Constitucional ha decretado la suspensión de la “legalidad” catalana y la suspensión significa que quedan paralizados sus efectos  con lo que correlativamente el “tren catalán” también se ha paralizado y, una vez paralizado, es fácilmente reconducirlo (en espera del pronunciamiento definitivo del Tribunal Constitucional) no hacia la impresora de las papeletas de Gabriel Rufián sino hacia la trituradora de la “legislación” catalana.

Fruto de haberse quedado sin tren al que subirse, son las conductas desbocadas, sin freno y fuera de control que se enmarcan dentro de lo que se conoce “de perdidos al río”.

El referéndum del 1 de octubre no se va a celebrar porque es un referéndum vacío de contenido (“legislación” paralizada ) y vacío materialmente (sin urnas). Un referéndum sin contenido y sin urnas es una pantomima de referéndum. Así pues, si tras el 1 de octubre (sin tren, sin contenido y sin urnas) Carles Puigdemont tiene el nuevo desvarío político de “declarar” la República catalana pasará a la historia, adicionalmente, como el “Cantinflas catalán”. Además, los ciudadanos catalanes deberían de observar que el primer acto de Carles Puigdemont sería dar un golpe de “Estado” (a la República) para constituir su dictadura porque él está por encima de los Tribunales en cuanto que dice que no le pueden inhabilitar.

También se escucha mucho lo del “referéndum pactado” y que se trata de un, no menor, eufemismo porque como bien ha señalado el Tribunal Constitucional ello implicaría reformar la Constitución (en su núcleo fundamental). Dicho con otras palabras, supondría introducir el caballo de Troya separatista con una magnitud tendenciosamente próxima a relegar la soberanía nacional a, únicamente, una parte de los ciudadanos españoles. Destacado representante del “referéndum pactado” es la formación morada (más bien formación negra , por lo que se dirá) de Pablo Iglesias. Este, en una entrevista realizada en “hoy por hoy” de la Cadena-SER, manifestó ” Nosotros podemos ser ejemplo en algunas cosas; nosotros nos consideramos: patriotas” (09′ 59″ aprox.). Por lo que se ha resaltado de lo  que verdaderamente conllevaría el “referéndum pactado”, no parece que sea nada patriota sostener el mismo.

La referida entrevista de Pepa Bueno es para enmarcar y a la pregunta “¿Usted cree que no se quebró, ayer, la legalidad constitucional/estatutaria en Cataluña?, Pablo Iglesias contesta : ” lo fundamental no son tanto las leyes o los reglamentos” (03′ 16″). Pepa Bueno le recuerda las palabras de Joan Coscubiela “los independentistas actuaron de forma antidemocrática, las instituciones catalanas se colocaron en un estado de excepción ” (05′ 35″) y Pablo Iglesias señala: lo fundamental no es lo que ocurrió ayer” (06′ 06″).

Más adelante, Pablo Iglesias refiere : ” las posiciones de las tonalidades grises (la seudoecuanimidad de Podemos) frente al blanco/negro son probablemente las que más nos acercan a una solución” (08′ 17″). Si introducir el tendencioso caballo de Troya (bien visible) separatista como sería el “referéndum pactado” no es situarse en el “negro”, es que está cegado políticamente.

En los más de 500 años de existencia de la única Nación que ha existido en nuestro territorio: la Nación española, ésta se halla en su mayor desarrollo social,económico y jurídico-garantista y es, en virtud de esta plena madurez alcanzada, por lo que no se va a abdicar ni expresa, ni tendenciosa ni tangencialmente de la soberanía de la Nación española en favor de un , únicamente, grupo de ciudadanos españoles.

Y, por supuesto, en la entrevista Pablo Iglesias utiliza su particular “lenguaje” (al modo de su delfín/imitador el Excelentísimo Sr. don Gabriel Rufián)  repecto, en esta ocasión, a Soraya Sáenz de Santamaría: “no sea usted caradura, señora” (04′ 26″).

Se dice que el problema catalán es un problema político y que no puede resolverse a través de los tribunales pero ello no es tanto porque estemos ante un problema “político” (constitucional) sino porque los tribunales no pueden, obviamente, crear/elaborar normativas las cuales habrán de afrontarse en un momento post- seudoreferéndum “non nata”.En cambio, en estos momentos y en los subsisguientes de persistente y generalizada transgresión de la ley, corresponde su resolución a los tribunales  y a las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado como mera extensión de los mismos. La demogagia fanática así como la demogagia-”progresista” dicen que el Estado no puede esconderse/escudarse tras los tribunales. Ni conocen la historia de España ni la historia en general en cuanto que hace más de dos milenios que los incumplimientos de todas las normaticas tanto las institucionales como la de los particulares se residencian en el ordo iudiciorum. Es cierto que no se pueden poner puertas al campo pero a lo que sí que  pueden ponerse puertas es a los incumplimientos de la ley, a través de los tribunales, tan sólo y simplemente reestableciendo la misma si con ello es suficiente; y, en su defecto, procede desplegar las medidas legales existentes, con todos sus efectos, que es lo que paulatinamente y, por tanto, con plena prudencia se está haciendo.

En la carta remitida por el gobierno catalán y Ada Colau a Mariano Rajoy y a S.M el Rey se dice en el párrafo segundo que “este referéndum no cuenta con el acuerdo del Estado español”. Lo que no dice  es que no cuenta con la legalidad constitucional y el diáologo del que habla el párrafo primero difícilmente se puede iniciar si una de las partes (el gobierno catalán) no cumple los deberes de toda parte contrante como es documentarse (en este caso, leerse la Constitución) en la materia a debatir y sólo cuando esto ocurra se podrá entrar a estudiar y  valorar la objetividad de las reivindicaciones de Cataluña.

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