¡No, otra vez, no! y los 15 jinetes del Apocalipsis

¿Para qué ha regresado Pedro Sánchez, estos días, desde su tumba política (dimisión como secretario general) antes de su descenso a los infiernos ( renuncia de su acta como diputado). En su discurso (tras su renuncia como diputado) claramente realizaba una convocatoria y llamamiento a la formación de los 15 jinetes del apocalipsis (los mantenedores del “no es no”) que rápidamente  escucharon sus voces de ultratumba. Si Pedro Sánchez califica su renuncia como diputado como ” cuán dolorosa es la decisión que tomo” y si en los textos históricos se profetiza la aparición de los cuatro caballos (conocidos como jinetes) del apocalipsis describiendo toda suerte de calamidades que dejarán sobre la Tierra, habría que pensar qué causarán los 15 jinetes (con sus huestes, léase, militantes de base del PSOE)  del apocalipsis político.

Si Pedro Sánchez se presenta a las primarias y es reelegido como secretario general, no se tratará de  su resurrección política (retorno de la muerte a la vida)  sino de una mera reaparición de un zombie (de quien sigue estando muerto) en busca de la estocada final con la que terminan todos los zombies.

Y si en algún momento no estaba claro quién llevaría a cabo la estocada final pero claramente vendrá representada por el resultado electoral que recogería en las siguientes elecciones a las que se presentase porque en éstas tendrá, exclusivamente, los votos de los militantes de base (en el mejor de los casos, unos 200.000) pero es posible que se volviera a dejar por el camino a muchos votantes del PSOE (no militantes) que quizá le espetarán en la cara: “¡¡¡No, otra vez, no!!!” En el relato profético  sólo se cita, únicamente, a uno de los jinetes del apocalipsis. ¿Quiénes serán los otros tres jinetes? ¿Serán, acaso, el Gabriel Rufián, Pablo Iglesias y Pedro Sánchez? Para superar el apocalipsis, se anuncia la segunda venida de Cristo y, según algunos, ésta vendría representada por el momento en que la sociedad española comprenda que no pueden refrendarse comportamientos como el del Sr. Rufián y el Sr. Iglesias.

Entre las calamidades que se describen que dejarán a su paso los 4 jinetes (caballos) del apocalipsis, se han  querido ver las dos guerras mundiales pero en el terreno político, la situación española es preludio de una legislatura complicada, que los agoreros temen que sea calamitosa. Afortunadamente, el “epílogo” político que vaticina el Sr. Iglesias al PP  (y por extensión al resto de formaciones constitucionales) se le vuelve, instantes después, contra sí mismo, cuando se comprueba que la manifestación “rodea el Congreso” no llegó ni a 8.000 participantes.

“Pregunta del millón” :Legislatura, ¿efímera?

Es evidente, que el clima de devastación que van a provocar los 15 jinetes del apocalipsis va a ser tal que llevará mucho tiempo la reconstrucción del PSOE y, por tanto, la legislatura no podrá ser ni efímera ni breve pero tampoco llegará al término de los 4 años porque la mejor o única manera de poder presentarse el PSOE  ante su electorado, es desterrar la equivocada idea de apoyo al PP (que no es apoyo al PP sino a España como ha señalado el Antonio Hernando) y ello sólo puede conseguirse bloqueando la vida parlamentaria (tras la reconstrucción del PSOE) y llevando, inexorablemente, a Rajoy a la convocatoria de nuevas elecciones.

“La venda antes de la herida”:

Albert Rivera, por su parte, señala que Rajoy no debe “ponerse la venda antes de la herida” y que no tenga miedo porque si cumple las “exigencias” de Ciudadanos, todo saldrá bien. Es normal que Rajoy esté preocupado (si lo está), como estaría preocupado cualquiera que firma un acuerdo con sus correspondientes cláusulas, condiciones o estipulaciones y, posteriormente, una de las partes solicita el cumplimiento de algo que nunca se firmó: “exigencias”.

PNV:

Dice Aitor Esteban que el Gobierno debe de ser “imaginativo y condescendiente”. El Gobierno puede ser infinitamente imaginativo pero en ningún caso debe ser  fantasioso y quimérico como los sus sueños nacionalistas del portavoz del PNV. Y, también, puede ser un Gobierno condescendiente;  pero menos aún debe ser injusto con el resto de las Comunidades Autónomas.

” Margarita Robles y el tractor de Aitor”:

Tras la investidura de Rajoy, Margarita Robles indicó textualmente que ella proviene del ” mundo del Derecho” y que el Programa Electoral es un contrato  y que como tal debe cumplirse, corroborándolo con voto del “no” a la investidura. Es cierto, que Margarita Robles vendrá del “mundo del Derecho” pero será de un mundo del Derecho completamente parcial y sesgado porque omite decir que existe el instituto jurídico de la novación ( modificación ) de los contratos. El mundo del Derecho no es ninguna “aristocracia jurídica” de la que habla Aitor Esteban sino que requiere de mucho esfuerzo (sin la ayuda de ningún “tractor”) interpretativo en la búsqueda del sentido útil de las normas y no plegarse ante las mismas con una interpretación literal que lleve al absurdo.

Para aplicar las normas, previamente, hay que interpretarlas. Si procedemos a la aplicación de la ley sin completar (con interpretación literal) la fase  de interpretación (por pereza juridico-mental) lo que haríamos, no sería aplicar la ley sino en expresión del “podemita catalán” Doménech “arrojarla”. El eje interpretativo del art. 67 de la Constitución se halla en las circunstancias (bloqueo político indefinido y el gravísimo daño exterior) absolutamente imposibles de prever en el momento de presentar el Programa Electoral. Por  por ello la novación producida en el Comité Federal  constituye mandato imperativo para los diputados y que solamente no estarán obligados por mandato imperativo (como dice la Constitución) si la novación producida en el Comité Federal hubiera sido motivada por pura discrecionalidad política.

 

” Multa/ Expulsión” :

La imposición de una multa a una conducta tan grave como la de desvincularse del Comité Federal implicaría infringir (a la baja) el principio de la proporcionalidad entre el hecho cometido (votar en contra del resto del grupo parlamentario) y la sanción (multa) además que tampoco cumpliría esta sanción la función de prevención e intimidación para  idénticas futuras conductas que debe cumplir toda sanción.

Pero a la vista de la situación en la que se halla el PSOE, decantarse por la expulsión sería, quizás, “ahondar aún más en la herida” y “hacer más leña del árbol caído” con lo que habría que optar por la multa como una suerte de indulto político.

 

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