En este 2017 que acabamos de estrenar se cumplen 35 años de la muerte del cineasta alemán Rainer Werner Fassbinder, un talento fulgurante que en su breve carrera cinematográfica rodó 50 películas, tres cortometrajes y dos series de televisión. Un autor clave del nuevo cine alemán, junto a figuras como Werner Herzog o Wim Wenders, pero que al contrario que ellos, se cimentó en el teatro. Se dice, de hecho, que los diez primeros filmes de Fassbinder -rodados entre 1969 y 1971- son una extensión de su trabajo sobre las tablas.
Fassbinder se empezó a interesar por el cine mientras estudiaba interpretación. Compró una cámara Super 8, experimentó con las formas del relato audiovisual y aprendió a gestionar las diferentes fases de producción de un filme. Aplicó, de alguna manera, los principios fundamentales del trabajo de un director de escena teatral a la práctica del cine. No obstante, a pesar de su pasión artesanal por el medio, su solicitud para entrar en la Berlin Film School fue rechazada y su formación fue profundamente autodidacta. Y eso, quizá, fue lo que hizo de él un artista inconfundible.
Según publica Metrograph, un editor le pidió en 1980 que hiciera una lista de sus diez películas favoritas para integrarlo en un libro inspirado en la antología The Book of Lists. Fassbinder elaboró el elenco, pero nunca lo envió. Sin embargo, seis años después de su muerte, sus herederos lo hicieron público. Algunas de las películas que nombra forman parte de una suerte de consenso cinéfilo mundial de grandes clásicos indiscutibles, pero la mayoría demuestran su gusto refinado y su original mirada.
1. La caída de los dioses (1969), de Luchino Visconti.
2. Los desnudos y los muertos (1959), de Raoul Walsh.
3. Lola Montes (1955), de Max Ophuls.
4. Flamingo Road (1949), de Michael Curtiz.
5. Saló o los 120 días de Sodoma (1975), de Pier Paolo Pasolini.
6. Los caballeros las prefieren rubias (1953), de Howard Hawks.
7. Fatalidad (1931), Josef von Sternberg.
8. La noche del cazador (1955), de Charles Laughton.
9. Johnny Guitar (1954), de Nicholas Ray.
10. El árbol rojo (1973), de Vasili Shukshin.
