Expediente Warren: el caso Enfield
Dirección: James Wan.
Reparto: Patrick Wilson y Vera Farmiga.
En 1977, seis años después de los hechos narrados en el primer filme, Expediente Warren (2013), los investigadores y parapsicólogos Ed y Lorraine Warren se enfrentan a un nuevo caso de actividad paranormal. Se trata, en esta ocasión, del llamado poltergeist de Enfield, documentado realmente (y nunca demostrado) a finales de los años setenta en una localidad del norte de Londres en el que la denunciante, madre de cuatro hijos, aseguraba que una entidad desconocida ocupaba su nuevo hogar.
El cineasta James Wan parece haber encontrado en los casos investigados por el matrimonio Warren un auténtico filón narrativo que le permite además concentrarse en la exploración de nuevos horizontes en el género de terror desde una perspectiva clásica. En una época en la que en el género predominan los trucos sonoros y visuales o el ya abusadísimo recurso del found footage (material encontrado), Wan construye con decisión una historia ambientada en los años setenta (una década de oro del terror) para encontrar las esencias y adaptarlas a su propio lenguaje (como ya hizo, aunque en menor medida con la fundación de las sagas Saw e Insidious).
Expediente Warren: el caso Enfield complementa la primera película de manera extraordinaria. Si en aquella predominaba la tensión desde el primer momento, en esta se genera lentamente hasta su estallido, y al mismo tiempo Wan (con sus coguionistas Chad Hayes, David Leslie Johnson y Carey Hayes) se preocupa de explicar la profunda relación sentimental que une a los Warren en su cruzada contra lo paranormal, asentando las bases de la que seguramente será una nueva y larga saga.
