B.
Dirección: David Ilundain.
Reparto: Pedro Casablanc y Manolo Solo.
Una declaración judicial es probablemente el acontecimiento menos cinematográfico que se pueda imaginar y, sin embargo, el cineasta David Ilundain logra enganchar desde el primer minuto de esta película, que reconstruye el segundo interrogatorio del juez Pablo Ruz al extesorero del PP Luis Bárcenas basándose en la transcripción literal de las palabras pronunciadas por este último.
El actor Pedro Casablanc se mimetiza con el personaje que interpreta y modula la voz durante el proceso de tal manera que lo llena de aristas. Si Bárcenas no hubiera existido jamás, sería un personaje de ficción apasionante. E Ilundain, que se enamoró del montaje teatral en el que se basa la película -Ruz-Bárcenas, de Jordi Casanovas- ha logrado, con una puesta en escena sencilla, que una película necesaria para el público -no existe una registración en vídeo de la declaración original- se convierta al mismo tiempo en el retrato de un presunto criminal acorralado por la justicia y traicionado por los suyos en su enfrentamiento con un juez presa del estupor -fantástico Manolo Solo- que debe resolver la paradoja del mentiroso.
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