Horns
Dirección: Alexandre Aja.
Reparto: Daniel Radcliffe, Max Minghella y Joe Anderson.
A pocos actores como a Daniel Radcliffe se les ha visto crecer en pantalla, entrega tras entrega de la saga Harry Potter, alcanzar un grado de maestría en el oficio de la interpretación y sobrevivir al encasillamiento del personaje. Ha dejado atrás al mago y puede ponerse cualquier reto que se proponga -la serie A young doctor’s notebook, junto a Jon Hamm, es el mejor ejemplo de ello-. Eso no quita que a veces, como les sucede a todos los actores, se equivoque de proyecto. Horns es un thriller a medio cocer sobre un tipo que, sospechoso de haber asesinado a su novia, amanece un día con un par de cuernos demoníacos en la frente. La maldición que le acompaña es el poder de hacer que todos los habitantes de su localidad le confiesen sus más oscuros impulsos, lo cual es divertido la primera vez que sucede.
El problema de Horns, dirigida por Alexandre Aja, un esteta del cine de terror, director de Las colinas tienen ojos o Piranha 3D, es que no termina de agarrar un tono y tan pronto parece una comedia o incluso una sátira de Hellboy, como un filme de horror al estilo clásico, como una intriga por descubrir quién ha asesinado a la chica. Y en ninguno de esos momentos brilla o mantiene el interés del espectador.
